*ACERCA DE MÉXICO, Sabías que!!! En el DISTRITO FEDERAL.
DISTRITO FEDERAL. La Ciudad de los Palacios!
En derredor del centro histórico de la Ciudad de México, fueron surgiendo sus Barrios Mágicos Turísticos, verdaderos oasis de cultura, historia, leyendas y tradiciones, siendo reconocidos con ese carácter, el centro histórico de Xochimilco, el de Coyoacán, el área que conforman las colonias Roma-Condesa, San Ángel, Santa María La Ribera, el centro histórico de Tlalpan, también conocido como San Agustín de las Cuevas, Garibaldi, la Zona Rosa, Mixquic, La Merced, el Pueblo de Culhuacán, Santa Julia, el centro histórico de Cuajimalpa, el de Iztacalco y el de Azcapotzalco, sin dejar de mencionar a la Villa de Guadalupe, Mixcoac, San Pedro Actopan, Tacuba, Tacubaya y Santa María Magdalena Atlitic, y hacia ellos iremos orientando nuestras visitas.
VILLA DE COYOACÁN.
Coyoacán, uno de los 21 Barrios Mágicos Turísticos de la Ciudad de México, antes de la época de la Conquista era un importante asentamiento tepaneca, una de las siete tribus nahuatlacas que se establecieron en el Valle de México a orillas del Lago de Texcoco, cuyo predominio era Atzcapotzalco, y que en la época de la llegada de los españoles habían sido sometidos por la Triple Alianza (Tlacopan o Tacuba, Texcoco y Tenochtitlán).
Dotado de una inmensa riqueza histórica y cultural, el Centro Histórico de Coyoacán fue declarado en 1934 como Zona Típica y Tradicional, para posteriormente en 1990 ser reconocido por la UNESCO como Zona de Monumentos Históricos; pasando a ser con el transcurso del tiempo, y algunos hechos circunstanciales como el establecimiento de los Estudios Churubusco en 1945, convertidos parcialmente en 1974 en la Cineteca Nacional; de sitio de descanso durante los fines de semana de las familias adineradas de la capital, al lugar de residencia de artistas, pintores, escritores, escultores y literatos, lo que le ha dado ese ambiente de intelectualidad y bohemia impregnado de tradiciones, que podemos disfrutar en sus plazas y en sus calles entre las que Francisco Sosa es una de las más recomendables.
Después de la Plaza y Capilla de la Conchita, situadas en el antiguo barrio de La Concepción, misma que solamente abre sus puertas unas cuantas veces al año para ocasiones muy especiales como por ejemplo, para la celebración del Día de la Inmaculada Concepción, podríamos considerar que el Jardín Centenario, abierto durante el gobierno de Porfirio Díaz con motivo de la celebración del primer Centenario de la Independencia de México, que ocupa la parte poniente del antiguo atrio de la Parroquia de San Juan Bautista, con sus dos fuentes, ambas relacionadas con la toponimia de Coyoacán ; y el Jardín Hidalgo, con su kiosco donado por Porfirio Díaz, como emblema de la restauración de nuestra República después de la intervención francesa, su asta bandera monumental, y la estatua de Don Miguel Hidalgo y Costilla; son dos de los sitios que cuentan con algunos de los símbolos más representativos del lugar.
Además del placer de recorrer sus calles y sus plazas, que es ya de por sí un deleite, vale la pena adentrarnos en los recintos históricos y culturales que le dan vida; entre lo que podríamos citar, el Museo Casa de Frida Kahlo (La Casa Azul), la Capilla de San Antonio Panzacola, el Museo Diego Rivera Anahuacalli, el Museo Nacional de las Intervenciones, el Foro Cultural Coyoacanense (en el citado edificio “Casa de Cortes” y actual edificio delegacional), la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles; o la Casa de Emilio “El Indio” Fernández; pero siendo una lista interminable, y como cada uno requiere su tiempo, por el momento solamente nos referiremos a dos de ellos, con la promesa de regresar y ampliar el recorrido.
EL MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS POPULARES.
Escaparate de las múltiples expresiones de la cultura popular de nuestro País, este Museo fundado por el Antropólogo Guillermo Bonfil Batalla en 1982, es a la vez, todo un Centro Cultural, cuyas salas de exposiciones, auditorio y patios, son además el foro para la presentación de obras de teatro, presentaciones de libros, fotografías, audiciones de música, con un concepto pluralista universal, ya que constantemente recibe muestras culturales de muy diversos países.
La dinámica constante de sus exposiciones, hace que cualquier descripción sea solamente una referencia temporal, así que no debe sorprendernos el que cada visita sea una experiencia renovada para nuestros sentidos, aunque el “Cuezcomate”, que data de 1982 cuando el Museo abre sus puertas al público, su “Árbol de la Vida” realizado en 1992 en Metepec y de ahí trasladado al Museo, o el mural “Tejedores de Sueños”, de los grafiteros Saner y Sego, parecen formar parte ya de su identidad.
De nuestra visita de este mes, les podemos compartir, “Entre Canastas, Tenates y Petates” El Arte de Tejer las fibras vegetales (Patio Quinta Margarita); DE PURA FIBRA: El arte de tejer la Naturaleza (Sala María Sabina); Flores y Colores, Lacas de México (Sala Cristina Payán); Sueños de Rütrafe, Ornamentos de platería Mapuche, Una exposición de la Universidad Católica de Temuco de Chile, (en la Sala que lleva el nombre del fundador y primer director del Museo, Guillermo Bonfil); y hasta un ratito en el Patio Jacarandas, con la música de la cantautora Carmina Cannavino.
EL MERCADO ARTESANAL MEXICANO.
Con la misma orientación de documentar, difundir y estimular las iniciativas de los creadores de las culturas populares, pero con un contenido más didáctico que de intelectualismo, pone al alcance del visitante no solo la gran diversidad de interpretar los materiales artesanales de acuerdo a las diferentes regiones de nuestro país, y nos muestra, por ejemplo, como los textiles del sureste contienen mensajes y simbolismos que los distinguen de los tejidos de la Huasteca o los de los Huicholes de Nayarit, sino que nos permite sumergirnos en la aventura de construir sueños y fantasías con nuestras propias manos, aprender las artes como en los antiguos Calmécac o Telpochcalli, pero ya sin las estrictas disciplinas militares; y vivir la satisfacción de realizar con nuestras propias manos nuestras primeras obras artesanales a cambio de solamente adquirir los materiales.
En la “Escuela Dominical de Manualidades y Oficios Mario Pacheco Espejel”, fundada hace más de cuarenta años (1970), así llamada porque en sus inicios solamente operaba los días domingo, pero actualmente ofrece actividades de jueves a domingo; ahí podrás escoger el material que consideres podrá expresar mejor tus habilidades manuales, y con la paciencia y entusiasmo de sus instructores, como Alma y Megumy (Piquirila), quienes por décadas han puesto toda su dedicación en compartir con sus alumnos su creatividad, podrás abstraerte por horas en darle forma a tu imaginación.
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