ACERCA DE MÉXICO, Sabías que!!! EN EL ESTADO DE CHIAPAS.
Chiapas, México. San Cristobal de las Casas. Catedral.
CHIAPAS, un sueño por cumplir.
Decir que cierto lugar es el más hermoso del mundo, es válido solamente durante el momento que puede durar la sorpresa de conocerlo, ya que después de ese momento, denota que tal vez no nos hemos dado oportunidad de conocer otros lugares tan hermosos como ese, aunque se trate de una belleza diferente, o que el concepto no es intrínseco del lugar sino que lo estamos asociando al bello recuerdo de alguna otra cosa.
Sin embargo, hay lugares en el mundo como Chiapas, que cada vez que podemos descubrir un poco más de él, más nos reafirmamos en la idea de que se trata, sin duda, de uno de los lugares más hermosos del mundo, por lo que hablar de Chiapas, es hablar de un lugar que seguramente todo turista sueña conocer, y si ya lo conoció, sueña con regresar a él y descubrir alguna más de sus interminables maravillas.
En principio podríamos considerar dos rutas diferentes muy definidas para iniciar nuestro recorrido. La primera que tendría como destinos principales la Zona Arqueológica de Palenque uno de los sitios más impresionantes de la Cultura Maya, para continuar hacia las Cascadas de MIsol-Ha y Agua Azul, ubicadas en la parte Norte del Estado, como una de sus bellezas naturales más reconocidas; para lo cual lo más recomendable es llegar a Villahermosa en el Estado de Tabasco, desde donde se puede hacer el recorrido de aproximadamente 145 kilómetros en menos de dos horas, además de que, en el mismo camino, se tendría opcionalmente la oportunidad de visitar el Centro de Interpretación y Convivencia con la Naturaleza “Yumká”, y el Parque Estatal de Agua Blanca.
También existe un aeropuerto en la Ciudad de Palenque, a unos tres kilómetros de la Zona Arqueológica, que cuenta con frecuentes vuelos locales precisamente desde Villahermosa Tabasco, y algunos hacia Tuxtla Gutiérrez, la Capital del Estado de Chiapas, por lo que es una opción de acceso a considerar.
ZONA ARQUEOLÓGICA DE PALENQUE.- El verdadero nombre de la ciudad antigua es Lakam-ja’, que significa “Lugar de las Grandes Aguas”, y fue, junto con Tikal, y Calakmul, una de las Ciudades más poderosas del imperio Maya; cronológicamente ubicada en el período Clásico alcanzó su mayor esplendor entre 400 y 900 D.C., bajo el reinado de la dinastía a la que perteneció Pakal (603-683 d.c.) en cuyo honor se erige el templo ceremonial-funerario conocido como el Templo de las Inscripciones.
En Palenque, es altamente recomendable contratar alguno de los guías que ofrecen los recorridos en la zona arqueológica, ya que nos permite ir relacionando cualquier información que hayamos recabado previamente del lugar, con los detalles que valen la pena ser observados en cada punto del recorrido, como complemento de la información relativa a las majestuosas construcciones más representativas del lugar, como lo son el Templo de las Inscripciones en cuyo interior fue encontrada la famosa Tumba de Pakal, El Palacio, los Templos de la Cruz y del Sol, y el Acueducto, entre otros.
CASCADAS DE AGUA AZUL.- En el municipio de Tumbalá, a 64 kilómetros de Palenque, por la carretera que va hacia Ocosingo, se encuentra el acceso a este maravilloso atractivo natural, formado por el río que les da nombre (Yax-Ha en tzeltal), y Shumuljá, afluentes del río Tulijá que a su vez desemboca en el rio Usumacinta. Rodeado por una deslumbrante y rica vegetación, cautiva la belleza del río, su brillo y su intenso color turquesa, y al bajar las aguas por los desniveles, se forman hermosas cortinas que tienden su blancura sobre enormes rocas calizas que, a la luz del sol, se tornan doradas, en tanto que las diferentes barreras forman piscinas de singular atractivo.
Los impresionantes tonos de color azul turquesa de sus aguas, se deben principalmente a los sedimentos de carbonato de calcio e hidróxido de magnesio de las rocas por donde pasan, lo que da a estas rocas un color blanco o beige; cuando la luz del sol penetra en el agua, ésta filtra todos los colores, menos el azul que llega al fondo y se refleja de nuevo a la superficie, dando como resultado este hermoso espectáculo visual, que sin embargo llega a verse afectado por los materiales que arrastra con las lluvias, por lo que para ser disfrutado plenamente, o más aún, captado fotográficamente, se recomienda acudir en época de secas, de preferencia entre febrero a mayo.
Como anécdota podemos comentar que en el camino de Palenque hacia las cascadas de Agua Azul encontramos vendedores de unas bolsitas de tamales “de pollo” con chipilín, y aunque la cantidad de pollo que contienen es tan exigua como su costo, el sabor del tamal es el primer indicio que en muchas formas podremos corroborar, de lo deliciosa que es la gastronomía chiapaneca.
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La segunda ruta a considerar, es la que nos lleva desde Tuxtla Gutiérrez, ubicada en el poniente del Estado, (Chiapa de Corzo, Cañón del Sumidero) hacia el centro (San Cristobal de las Casas, Grutas de Rancho Nuevo, los pueblos indígenas de San Juan Chamula y Zinacantán), y hacia el maravilloso extremo sureste del País y del Estado, en los límites con Guatemala (Comitán, Tzimol y su conjunto de Cascadas “El Chiflón” donde se encuentra la impresionante “Velo de Novia”, distinta de la del mismo nombre ubicada en Tonalá, así como los Lagos de Montebello.
Más allá, al Este del Estado, todavía queda un mundo por conocer, Centro Eco-turístico Causas Verdes Las Nubes, Laguna Miramar, Centro Eco-turístico Las Guacamayas en la Reserva Natural de la Biósfera Montes Azules, Bonampak, Yaxchilán; un mundo distante y poco accesible, donde los caminos cada vez más se angostan, y en algunas partes se cierran obligando al viajero a seguir las rutas que los ríos han trazado en cientos, quizá miles de años, reservado solamente para espíritus indomables y aventureros, pero que nos reserva la capacidad de asombro suficiente para seguir soñando con conocer, el lugar más bello del mundo.
Para llegar a Tuxtla Gutiérrez, no es necesario llegar a Villahermosa Tabasco, ya que a pocos kilómetros de pasar Minatitlán Veracruz, se encuentra una desviación hacia las Choapas (Veracruz), para entroncar con una autopista que desde Diciembre de 2003 unió con la inauguración del majestuoso Puente Chiapas, los dos tramos que separaba la Presa Nezahualcóyotl (Malpaso), para llegar hasta la Capital del Estado, en un recorrido aproximado desde Minatitlán de 270 kilómetros en un espacio de unas dos horas y media.
OCOSOCOAUTLA. La fosa de las Cotorras. Unos 30 kilómetros antes de llegar a Tuxtla Gutiérrez, en San Antonio, podemos hacer un desvío de menos de 15 kilómetros para llegar a Ocosocoautla. En este municipio se ubican las grutas y cascadas El Aguacero, donde inicia el camino para llegar a esta depresión geológica de unos 140 metros de diámetro y unos 90 metros de profundidad, en cuyo fondo, una pequeña selva interior sirve de refugio a miles de aves, y aunque su descenso está considerado como de dificultad media a alta, tiene un mirador desde el cual es posible admirar las pinturas rupestres de sus paredes que lo hacen un lugar poco común.
TUXTLA GUTIERREZ.- Además de que puede considerarse como punto de partida para otros destinos, es importante dedicarle un espacio de tiempo propio. En la Plaza Central, sede constante de exposiciones y espectáculos culturales, se encuentra La Catedral de San Marcos que constituye por sí misma todo un espectáculo, y en su torre tiene instaladas 48 campanas con un sistema musical realizado en Alemania, y un poco más abajo, dos puertas de madera que cada hora se abren para dar paso a un riel montado sobre un pedestal, por el que desfilan las figuras de los doce apóstoles.
Al sur de la Ciudad, en la Reserva El Zapotal, se localiza el Zoológico “Miguel Ávarez del Toro” (ZOOMAT), un parque natural protegido de 140 hectáreas, único en el país, una especie de selva dentro de la Ciudad que nos permite recorrer en un ambiente muy natural un andador de dos y medio kilómetros, en cuyo recorrido podremos admirar los ejemplares más representativo de la fauna de la región, (jaguares, venados, jabalíes, cocodrilos, quetzales, guacamayas, tucanes y muchas otras clases de aves); especies únicas como la tortuga cocodrilo en peligro de extinción, y una colección de espacios especializados para la observación de mamíferos nocturnos, mariposas, serpientes; y bueno, también te encontrarás traviesos monos araña que te lanzan desde las ramas altas de los árboles mangos mordidos, pero en contraparte, se encuentran en la misma Reserva además, un Museo del Cocodrilo y un Jardín Botánico para completar la diversión.
CAÑÓN DEL SUMIDERO, CHIAPA DE CORZO. El cañón del Sumidero, emblema de Chiapas al formar parte de su Escudo, tiene su origen en una falla geológica cuyas paredes de roca caliza que en algunas partes alcanzan una altura de casi mil metros, las aguas del Río Grijalva se han encargado de modelar. A escasos cinco kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, inicia la carretera que nos va llevando uno a uno, a los cinco miradores que permiten admirar diferentes perspectivas y alturas desde la parte superior de los acantilados, algunos de ellos a pie de carretera, en tanto que el llamado “El Roblar” tiene un estacionamiento a partir del cual inicia un sendero cuyo recorrido nos permite admirar la flora y sorprendernos con algunos ejemplares de la fauna, sus sonidos y eventualmente el avistamiento de monos araña, o de los cocodrilos que se refugian casi al nivel del agua.
Una segunda alternativa para conocer el Cañón del Sumidero es por vía acuática, para lo cual saliendo de Tuxtla Gutiérrez por la carretera que llega a Chiapa de Corzo ubicada a unos 20 kilómetros, a la mitad del camino se encuentra un embarcadero en Cahuaré precisamente a la entrada del cañón o también en Chiapa de Corzo unos diez kilómetros más abajo, donde podremos abordar una lancha que nos lleva a lo largo del Cañón hasta llegar a la presa hidroeléctrica Manuel Moreno Torres mejor conocida como “Chicoasén”, en un trayecto en el que podremos también apreciar algunas cascadas como la llamada “Árbol de Navidad”.
Sería muy difícil opinar sobre cuál de las dos opciones es la mejor; pero si pudiera resultar útil el comentario diríamos que el recorrido terrestre es un recorrido más bien tranquilo, aunque en la parte más elevada las fuertes corrientes de aire que se encajonan en el medio de los majestuosos acantilados dificultan mantener la estabilidad obligando a sujetarse o apoyarse en los muros del mirador, haciendo incomprensible la suavidad con que aparentemente las grandes aves lo sobrevuelan, e inimaginable la experiencia de los indígenas que según la leyenda se arrojaron hacia el fondo del cañón, antes que permitir ser capturados por los conquistadores.
El recorrido en lancha resulta un tanto más bullicioso, ya que las lanchas que hacen el recorrido generalmente lo hacen en grupos, siendo una de las diversiones del paseo el desplazarse dentro de la caída de agua de las cascadas, o introducirse en las pequeñas cuevas que se han formado en los márgenes del río por lo que la cercanía es mayor con los ejemplares de murciélagos, gaviotas, o cocodrilos que se pudieran avistar.
Sea antes de abordar la lancha o a su regreso, el siguiente destino obligado si duda es Chiapa de Corzo, ciudad colonial reconocida como la primera en ser fundada en Chiapas por los españoles en el siglo XVI. De esa época se conservan y destacan por su belleza, la Iglesia y Ex Convento de Santo Domingo, y la Fuente colonial estilo mudéjar con ladrillos en forma de punta de diamante, representativa del más puro estilo de arte morisco. También se distingue por su riqueza artesanal textil y en madera, especialmente en la fabricación de las tradicionales marimbas en talleres en los que pequeños desde los tres y cuatro años de edad ya se van familiarizando con su ejecución para luego irse adentrando en los secretos de su construcción.
En el embarcadero de Chiapa de Corzo y sus alrededores se han establecido una serie de locales donde se ofrece, permanentemente ambientada con el sonido de la marimba, la gastronomía local, el cochito (cerdo adobado al horno), pepita con tazajo, carne de res con chipilín, el pozol y una gran variedad de dulces; para demostrarnos una vez más que la comida chiapaneca, aún la más sencilla, es una de las más ricas de nuestro país.
SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS.- Ubicada a unos 70 kilómetros de la Capital Tuxtla Gutiérrez, cuenta actualmente con una Autopista que permite llegar en menos de una hora, pero aún conserva la vieja carretera cuyo serpenteante recorrido incluso por “arriba de las nubes” nos permite entender el concepto de Altos de Chiapas por arriba de los dos mil metros de altitud sobre el nivel del mar.
Con sus calles repletas de arte y comercio, bohemia e intelectualidad, en el marco de su increíble arquitectura colonial, y en un ambiente de imperfecto sincretismo cosmopolita donde cada expresión cultural lucha por sobresalir, es sin duda, el centro cultural de Chiapas y se puede disfrutar plenamente con solo caminarlo. A cada paso encontrarás una invitación para adentrarte en su esencia, así que solamente como una mera referencia, además de su Catedral y del Palacio Municipal, las imágenes nos presentan el Museo de las Culturas Populares, el Ex Convento de la Merced con su Museo del Ámbar y el maravilloso Templo de Santo Domingo.
Muy cerca de ahí, se encuentran el Pueblo Indígena de San Juan Chamula, cabecera del mismo municipio cuyo nombre es también gentilicio para hacer referencia a las diversas etnias que habitan la sierra de Chiapas (tzotzil, tzeltal, mame, tojolabal y la de los choles), así como el Pueblo Indígena de Zinacantán, perteneciente eminentemente a la etnia maya tzotzil; comunidades donde aún es posible, guardando las debidas reservas, ver de “cerca” sus arraigadas formas de vida cultural, laboral y religiosa, ya que por ejemplo, en San Juan Chamula está estrictamente prohibido tomar fotografías del interior del templo y los guías disfrutan en contarte historias sobre turistas que se atrevieron a violar esta disposición y la imposibilidad de las autoridades civiles para contravenir los usos y costumbres del lugar; o bien la ofensa que puede constituir la negativa a comprar o el intento de devolver algún objeto artesanal que te ha sido ofrecido en forma tal que podría haberte parecido un obsequio.
PARQUE NACIONAL LAGUNAS DE MONTEBELLO.- Para llegar a la zona de este parque Nacional, tomaremos como referencia la Ciudad Comitán de Domínguez, y para llegar a Comitán podemos hacerlo ya sea desde Tuxtla Gutiérrez, que por el camino largo está a unas tres horas (unos 140 kilómetros), o desde San Cristóbal de las Casas, en una carretera más rápida por la que en una hora y media se recorren unos 90 kilómetros. Una vez en Comitán, el camino restante se hace aproximadamente en una hora, hasta los límites de los municipios de La Trinitaria e Independencia y prácticamente en los límites con Guatemala.
Sobre la carretera que viene de Tuxtla Gutiérrez hacia La Trinitaria se encuentra la localidad de Benito Juárez en el municipio de Tzimol, donde se ubica el conjunto de cascadas llamadas “El Chiflón”, una de las cuales es la espectacular cascada “Velo de Novia”; a donde también se puede llegar desde Comitán; por lo que la recomendación aquí sería hacer un minucioso plan de viaje, ya que los tiempos de recorrido se pueden alargar muy fácilmente y vale mucho la pena destinar un día completo para visitar las Lagunas de Montebello e incluso pasar la frontera con Guatemala, además de que en la misma zona, aunque en diferente dirección, se encuentran los Lagos de Colón, la zona arqueológica de Chinkultic, y el Centro Eco-turístico Las Nubes; así que dependiendo del tiempo de que podamos disponer podríamos incluir alguno de estos puntos a nuestro recorrido.
Para un viaje promedio idealmente saliendo de Tuxtla Gutiérrez y regresando a San Cristóbal de las Casas o viceversa, la propuesta sería llegar directo a Lagunas de Montebello y después del recorrido regresar a Comitán para pernoctar ahí, o mejor aún, llegar hasta Benito Juárez en Tzimol donde también hay excelentes opciones de hospedaje, para iniciar a temprana hora el recorrido al conjunto de cascadas de “El Chiflón”, y después de comer iniciar el regreso al punto de origen.
A pesar de su origen común resulta notoria la variedad de sus tamaños, formas y profundidad, pero fundamentalmente, la enorme variedad en las tonalidades de los colores de sus aguas, debida entre otros factores, a los tipos de suelo del fondo, la vegetación y la refracción de la luz, que caracterizan su belleza y su fama. Del conjunto de más de 60 lagunas y lagos, 12 son las más conocidas por ser las más accesibles a los visitantes, entre las que destacan: Montebello, la principal por ser la que les da nombre y con la mayor infraestructura turística; Ensueño con sus fondos rojizos y transparentes aguas, aunque relativamente pequeña, la más bella según la elección personal del autor; Esmeralda, una joya de color que hace honor a su nombre; la Laguna Encantada, rodeada de historias de misterio y contradicciones en cuanto a su profundidad; Pojoj que nos permite visitar en rústicas balsas su Isla de las Orquídeas; Cinco Lagos para ejercitarnos un poco en las mismas balsas pero en un recorrido mucho más amplio para descubrir figuras fantásticas y maravillosas en las paredes, en el fondo, y una maravillosa variedad de colores en el espejo de su superficie; Tzizcao en los límites del Estado y del País con Guatemala, que ofrece excelentes opciones para tomar alimentos, y la Laguna Internacional, la aventura de cruzar la frontera y convertir nuestra visita en un viaje también internacional.
EL CHIFLÓN, TZIMOL. CASCADA “VELO DE NOVIA”. El Chiflón es un conjunto de cascadas, 8 en total que para disfrutarse exigen un delicioso esfuerzo para ascender unos trescientos metros, en un tramo, según dicen, ya que es fácil perder la cuenta, de 970 escalones, que nos permite, después de admirar las cascadas “El Suspiro”, “Ala de Ángel” y un pequeño salto formado por “Tres Caídas”, llegar al espectáculo principal, “Velo de Novia”, con sus imponentes 120 metros del altura total, y opcionalmente, después de refrescarnos con la brisa y deleitarnos con la vista desde un mirador, continuar por un sendero lleno de sorpresas que es necesario estar muy alertas para no perdérselas, que podrían ser vistosas mariposas, algún mamífero pequeño, alguna guacamaya de brillantes colores, o quizás alguna culebra furtiva, para alcanzar las más vistosas “Arco Iris” y “Quinceañera”, con la perspectiva única que ofrece la proximidad de la cima del cerro.
En todo este trayecto encontramos innumerables balnearios naturales, que podemos disfrutar, así como la infraestructura suficiente para hospedarse cómodamente, sea para pernoctar e iniciar el recorrido en las primeras horas del día, o para quedarse a descansar después de haberlo realizado.
Una semana completa apenas daría espacio para cubrir los puntos que aquí hemos propuesto, sin considerar la ruta norte del Estado (Palenque, Cascadas de Agua Azul); y nos dejaría suficientemente cansados como para preferir esperar la próxima visita sin que por eso dejemos de sentir cierto desencanto al saber que saliendo de San Cristóbal de las Casas hacia Comitán están las Grutas de Rancho Nuevo, que hacia el Norte podríamos conocer Simojovel y sus minas de Ámbar, que existe embarcando en la Presa Nezahualcóyotl la manera de llegar a un sótano tan espectacular como el de las Golondrinas en San Luis Potosí que se llama “La Lucha”, o que un poco más al oriente de Ocozocoautla, por la carretera que va desde Arriaga y Tonalá hasta Tapachula y Puerto Chiapas, se puede acceder a una gran cantidad de desarrollos turísticos y playas simplemente para descansar; así que hasta en tanto programamos el regreso a este paraíso, incluiremos solamente algunas recomendaciones finales, como considerar que por su clima, Chiapas tiene lluvias la mayor parte del año, por lo que al menos los destinos eco-turísticos es preferible visitarlos entre los meses de febrero a mayo antes de que las abundantes lluvias hagan más difícil llegar a ellos, además de que al aumentar los cauces de los ríos, y con ello el arrastre de ramas y troncos e incluso basura, se incrementa el riesgo de introducirse en ellos; y por otra parte, la experiencia de los guías turísticos debidamente acreditados, es de gran utilidad y nos puede evitar situaciones de riesgo o para sacar mayor provecho a nuestros recorridos, especialmente en las zonas arqueológicas, en las comunidades indígenas o en los centros eco-turísticos más alejados de las zonas urbanas.
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